Mozart - Grieg - Kurcz | Sonata KV. 545 - I

Curiosa adaptación orquestal de la adaptación para dos pianos que hizo E. Grieg sobre la Sonata KV. 545 de W. A. Mozart.

Sviatoslav Richter: Reflexiones

Hace unos días tuve la suerte de ver y poder copiar el programa de mano de un concierto que ofreció, nada más y nada menos que Sviatoslav Richter, el 17 de febrero de 1990 en el Hotel Don Carlos de Marbella.
Lo primero que llama la atención al ver el programa es que dedica más del doble de espacio a justificarse que a exponer su currículum. Aquí lo tenéis, merece la pena leerlo:

SVIATOSLAV RICHTER

Nacido en Jitomir (Ucrania), aunque de origen alemán, éste gran pianista es hijo de un compositor y profesor del conservatorio de Odessa, ciudad donde transcurrió su infancia y adolescencia.
A los 15 años ingresa en el Teatro de la Ópera de Odessa  trabajando primero como pianista acompañante y siendo nombrado poco después director ayudante sustituto.
En 1937 se traslada a Moscú, inscribiéndose en el Conservatorio de esta ciudad como alumno del célebre pianista Heinrich Neuhauss, al que siempre llamará su "segundo padre musical".
En 1940 su carrera como concertista se inicia de modo fulgurante con el estreno mundial de la Sonata nº 6 de Prokofiev, que el compositor acababa de sacar a la luz. Años más tarde, el mismo Prokofiev le dedicaría su Sonata nº 9.
A partir de esa fecha, su carrera ha sido una ininterrumpida serie de éxitos por todo el mundo y la amplitud de su repertorio es la mejor muestra del profundo interés y la curiosidad insaciable del Maestro por todo cuanto esté relacionado con la Cultura y el Arte en cualquiera de sus expresiones.

¿POR QUÉ NUNCA TOCO SIN PARTITURA?
Desgraciadamente tardé bastante tiempo en decidirme a tocar con la partitura en mis conciertos, aunque ya había llegado mucho antes al convencimiento de que así debía hacerse.
Es una curiosa paradoja que en épocas pasadas, cuando el repertorio pianístico era mucho más reducido e infinitamente menos complejo, tocar con partitura era la norma; sana costumbre que Liszt desterraría.
Hoy en día, nuestra mente está obligada a ocuparse no solo con la música, sino también con otras mil cosas que la abruman, fatigándola inútilmente.
¡Qué pueril vanidad, cuanto trabajo estéril y agotador requieren esas proezas memorísticas, cuando lo único importante es hacer buena música que llegue al auditorio! Rutina lamentable en la que se complace la falsa gloria y que ya criticaba mi querido maestro Heinrich Neuhaus.
La llamada al orden que supone tener la partitura a nuestra vista previene de esas licencias que se da en llamar "libertad" ó "individualidad" del intérprete y con las que, a la vez, se tiraniza al público y se corrompe la música cuando lo único que son es falta de humildad y de respeto por ambos, música y público.
Desde luego, no resulta fácil el llegar a sentirse totalmente libre cuando se toca con partitura y se necesita tiempo y esfuerzo hasta convertirlo en un hábito espontáneo. De ahí la conveniencia de comenzar a practicarlo lo antes posible.
Mi consejo a los jóvenes pianistas sería: Adoptad éste método sano y natural que os permitirá no abrumaros con la repetición de los mismos programas una y otra vez y que os dará a vosotros la posibilidad de una vida musical mucho más rica y diversa.

¿POR QUÉ TOCO CON TAN POCA LUZ?
No es por mí, ni tampoco por esas misteriosas razones que me atribuyen y que varían según la idea, malévola o halagadora, que de mí quieran hacerse: sencillamente, es por el público. Vivimos en una época de "vouyerismo" y nada hay más funesto para la música. El movimiento más o menos rápido de los dedos, la gesticulación del rostro, no son en absoluto el reflejo de la música sino el del trabajo sobre ella y en ningún caso ayudan a su mayor o mejor comprensión; las ojeadas sobre la sala y los espectadores son obstáculos para la concentración del auditorio cuya imaginación se ve desviada de la música y su intérprete. La Música debe llegarnos siempre pura y directamente.
Con mis mejores deseos y la esperanza de que la oscuridad favorezca el recogimiento, ¡nunca el sueño!.

Educación Musical Temprana


Hemos de entender la música como parte integral en el desarrollo de los niños y niñas.
La meta de la educación musical no debe ser solamente la de crear músicos profesionales, sino también formar seres humanos, con valores como la perseverancia, el afán de superación, y la confianza en sí mismos. La música desarrolla la memoria, la autoestima, la concentración, la coordinación, la socialización y sobre todo la sensibilidad.
La educación músico-instrumental desarrolla el sentido del ritmo, lo que incide en la formación física y motora de los niños y niñas, proporcionándoles un mejor sentido del equilibrio, lateralidad y motricidad. Desarrollar el oído no sólo sirve para el estudio de la música, sino para el resto de su formación intelectual.

El estudio de la música, la disciplina y continuidad que se presupone, así como el esfuerzo en la consecución de una meta, el adiestramiento motriz, el desarrollo del sentido del ritmo además de la educación auditiva, no son aspectos de utilidad estrictamente musical, sino que producen un efecto de transferencia a los demás aspectos intelectuales, sensoriales y motrices. La música le proporciona un aprendizaje del esfuerzo como metáfora de la vida adulta en la que para alcanzar sus metas deberá esforzarse y aprender equivocándose.


Beneficios de la Educación Musical:
  • La formación musical temprana ayuda a desarrollar las áreas del cerebro implicadas en el lenguaje y el razonamiento.
  • Existe una relación de causalidad entre la música y la inteligencia espacial (capacidad de percibir el mundo con precisión y formar imágenes mentales de las cosas). 
  • Los estudiantes de música aprenden a pensar creativamente y a resolver problemas, imaginando diversas soluciones, rechazando las reglas y supuestos obsoletos.
  • Aumento del Coeficiente intelectual. En un estudio publicado en 2004 por la revista Psychological Science y realizado por la Universidad de Toronto sobre varios grupos de niños de 6 años, se encontró un pequeño aumento del C.I. en los niños que recibieron clases semanales de voz y piano. Sorprendentemente, los niños que recibieron estas clases de música durante todo el año escolar promediaban tres puntos de coeficiente intelectual más que los otros grupos al final del curso.
  • A través del estudio del instrumento, los estudiantes aprenden que la constancia,  la perseverancia y el esfuerzo en el trabajo diario siempre se ve recompensado.
  • El estudio de la música mejora la habilidad de trabajar en equipo y la disciplina. 
  • La música proporciona a los niños un medio de auto-expresión, a la vez que mejora la autoestima que es un subproducto de esa auto-expresión.
  • Las actuaciones musicales en público enseñan a los jóvenes a vencer el miedo y a asumir riesgos. Un poco de ansiedad es algo bueno, y algo que van a tener que padecer a menudo en la vida. Lidiar con ella con frecuencia y a edades tempranas provocará menos problemas en el futuro. La asunción de riesgos es esencial para que un niño desarrolle al máximo su potencial.
  • La música contribuye a la salud mental y puede ayudar a prevenir conductas de riesgo como el consumo de drogas en la adolescencia. 

Grigory Sokolov en el Teatro de Los Campos Elíseos (2002)

En 2002, Bruno Monsaingeon, conocido internacionalmente por su película sobre Glenn Gould y el intrigante documental sobre Richter ("El Enigma"), hizo una película de un concierto de piano que Grigory Sokolov ofreció en el Théâtre des Champs-Élysées, en París. Monsaingeon fue capaz de superar la privacidad, las excentricidades y las reservas de Sokolov y pudo rodar su película el 4 de noviembre de 2002. Las condiciones de Sokolov fueron muy simples, que se hiciera en vivo, sin repeticiones y sin nada que atentara contra su concentración. Esto significaba evitar la presencia perceptible de micrófonos, luces y cámaras.
Monsaingeon considera a Sokolov como uno de los más grandes pianístas de la historía, junto a Michelangeli, Gould y Richter, y, además, el pianista vivo más grande

Grigory Sokolov captó la atención internacional cuando en 1966 el jurado del Concurso Internacional Tchaikovski de Moscú, presidido por Emil Gilels, le concedió por unanimidad la Medalla de Oro. Al parecer, la decisión resultó ser una sorpresa: "el pequeño Grisha Sokolov de tan solo dieciséis años había resultado ganador en aquella competición y, sin embargo, nadie lo tomó en serio en aquella época."
A pesar del prestigio internacional obtenido tras ganar el Concurso, la carrera internacional de Sokolov no despegaría hasta finales de los 80'.

Aquí tenéis la película de Monsaingeon. Disfrutad de dos horas magníficas.


Repertorio del Concierto:

Beethoven: Sonata nº 9 en Mi M, Op. 14, nº 1
Beethoven: Sonata nº 10 en Sol M, Op. 14 nº 2
Sonata nº 15 en Re M, Op. 28: “Pastoral”
Komitas : Six dances for piano
Prokofiev: Sonata nº 7 en Si bemol M, Op. 83
Chopin: Mazurka en Do sostenido menor, Op. 63, nº 3
Couperin: Le tic-toc-choc or Les maillotins
Couperin: Soeur Monique
Chopin: Mazurka en Fa menor, Op. 68, nº 4
Bach (arr. Alexander Siloti): Preludio en Si menor (after BWV 855a)

Desafortunadamente, el vídeo ha sido ha sido borrado de Youtube. ¡Una lástima!

Pianistas de Jazz

Aquí, algunos de mis pianistas de jazz favoritos. Pasa el ratón por las imágenes y veras sus nombres.


Audiciones Comparadas: Beethoven - Sonata para piano n.º 21

La sonata para piano n.º 21 en Do mayor, Op. 53 de Ludwig van Beethoven, conocida comúnmente como Waldstein, recibe su nombre de la dedicatoria de Beethoven al Conde Ferdinand von Waldstein. Junto con la Appassionata, están consideradas como las sonatas para piano más importantes de su periodo central (1802-1816).

Tiene tres movimientos:

  I - Allegro con brio
 II - Introduzione. Adagio molto - attacca
III - Rondo. Allegretto moderato

A continuación tenéis cuatro versiones de esta sonata, a cargo de Leonard Gilbert, Daniel Barenboim, Emil Gilels y Claudio Arrau, repectivamente. ¡Disfrutad!


Cargando ...